Conocido como el «Caribe del Amazonas», Alter do Chão es el destino perfecto para relajarse en un entorno paradisíaco de belleza única.
Brasil posee la mayor reserva de agua dulce del mundo, con un 12% del total, con playas de aguas dulces y azules, arenas blancas y aún poco exploradas como las de Alter do Chão. El pueblo, con 260 años de historia, está lleno de atractivos culturales y riquezas naturales. Famosa en todo el mundo, Alter do Chão obtuvo reconocimiento internacional cuando el periódico The Guardian la situó entre las diez playas más bonitas de Brasil, y consideró el lugar como el destino con las playas de agua dulce más bonitas del mundo.
Situada a 37 km de la ciudad de Santarém, en Pará, cuenta con vuelos directos desde las principales capitales brasileñas, la mayoría de ellos con escala en Manaos o Brasilia. La mejor forma de llegar al distrito de Alter do Chão es a través del aeropuerto de Santarém. Con una población de sólo seis mil habitantes, es el lugar adecuado para quien quiera vivir experiencias a los ojos de los propios habitantes, que acogen a los turistas con la habitual receptividad brasileña. A esta hospitalidad se une el orgullo regionalista de los lugareños, que ven en el turismo una forma de compartir el legado cultural y natural de la región a través de conversaciones distendidas con sus visitantes. Esto es Alter do Chão: invita a los turistas a ralentizar el reloj y a adquirir nuevos conocimientos.
En una mezcla única de playas de agua dulce e impresionante vegetación amazónica, atracciones históricas y culturales, gastronomía diferenciada y buenas infraestructuras, Alter do Chão se presenta como una excelente opción para brasileños y extranjeros que buscan cada vez más un turismo de experiencias únicas.
¡La vista al llegar impresiona incluso a los turistas más experimentados! Debido al reflujo del río Tapajós – donde las aguas retroceden aproximadamente 100 metros -, en el período de julio a diciembre, también llamado «verano amazónico», los bancos de arena con estructuras de playa y cabañas de paja están rodeados por las aguas azules del río Tapajós y el verde de los bosques circundantes.
Ilha do Amor es la playa favorita de los turistas, con sus 10 kilómetros de longitud, arena blanca y bañada por todos lados por el río Tapajós. Situada frente a la aldea de Alter do Chão, la travesía dura sólo 5 minutos si se hace en canoa. Para terminar el día, hay que ir al Morro da Piraoca, a 110 metros de altura, desde donde se puede contemplar una fascinante puesta de sol.
La Selva Nacional de Tapajós es una parada obligatoria. La unidad de conservación tiene más de 500.000 hectáreas con sus famosos árboles centenarios, como la ceiba -de 62 metros de altura y 18 de diámetro-, llenos de riquezas naturales y socioculturales. Habitada por 4.000 residentes distribuidos en 21 comunidades y con tres aldeas indígenas de la etnia Munduruku, la presencia de población tradicional e indígena ofrece a los visitantes la oportunidad de interactuar con la naturaleza y la cultura local durante los senderos y experiencias en la selva, además de ofrecer 160 kilómetros de playas, siendo Maguari una de las más encantadoras de la unidad de conservación. Es importante destacar que la visita a la Floresta Nacional do Tapajós requiere autorización previa mediante el pago de una tasa simbólica al ICMBio – Instituto Chico Mendes, responsable de la gestión de las unidades federales de conservación.
Pero no todo en Alter do Chão es verano: durante la temporada de aguas, de enero a julio, cuando el río crece hasta el punto de hacer desaparecer la mayoría de las playas, hay muchas opciones de ocio, que van desde navegar en canoa por los igapós hasta pasear por los bosques inundados, recorrer el sendero de Serra Piraoca y contemplar los bellos paisajes del pueblo sumergido. También es la mejor época para la observación de aves en la región.
Aliado a la rica fauna y flora locales, tenemos las experiencias gastronómicas con manjares y frutas locales como la tucumã, por ejemplo; la artesanía local desarrollada por los habitantes de la región, que sin formalidades invitan al turista a conocer las técnicas transmitidas de generación en generación, gran parte de ella hecha de caucho extraído de los árboles de caucho de la Floresta Nacional de Tapajós, en una iniciativa de uso sostenible con participación de la comunidad. El Festival de Sairé es una importante manifestación religiosa de la cultura indígena de la Amazonia que se realiza desde hace por lo menos 300 años y presenta al turista las raíces culturales de la región; celebrado todos los años en septiembre, reúne a cerca de 100 mil personas. La fiesta es exuberante en detalles y ofrece rituales religiosos que incluyen la disputa folclórica de los delfines Tucuxi y Cor de Rosa.
Estar en Alter do Chão es compartir las vivencias de sus habitantes, observar la preservación de sus atractivos naturales, sus manifestaciones culturales, respetando la fugacidad del tiempo, sin perder la sencillez y la esencia de sus tradiciones. Es revivir una historia de 260 años a través de la artesanía, la gastronomía, las fiestas y la musicalidad, sentirse orgulloso de su patrimonio natural y cultural y abrir las puertas al mundo manteniendo la armonía de un pueblo tranquilo y acogedor, como si el tiempo se detuviera en él.
Información sobre la tasa para visitar el Bosque Nacional de Tapajós www.icmbio.gov.br/flonatapajos/guia-do-visitante.html
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