El gato es uno de los animales más queridos y misteriosos del mundo animal. Tiene características sorprendentes y es adorado en muchos lugares del mundo.
Los gatos son mascotas muy queridas.
Se cree que la domesticación de los gatos se produjo de forma natural, y que los propios gatos tuvieron la iniciativa de acercarse a los humanos. Con el descubrimiento de la producción agrícola, la aparición de ratas en busca de comida fue en aumento y, con ello, los gatos se dieron cuenta de la gran oportunidad de disponer fácilmente de su presa favorita. A los humanos no les molestó este acercamiento, al contrario, acabaron agradeciéndolo. Como el hombre no necesitaba alimentar a los gatos (ellos lo hacían por su cuenta, comiendo roedores), las características de cazadores e independientes de los felinos no se perdieron.
Sabemos que el antiguo Egipto idolatraba a los gatos. Se supone que este afecto y la forma en que cuidamos a los felinos proceden de aquella época, entre otras cosas porque los egipcios consideraban a los gatos criaturas divinas. Cualquiera que maltratara a un gato en aquella época era condenado a muerte. Otro lugar que también veneraba al gato era Persia.
Durante el Imperio Romano, el gato desempeñó un papel importante como cazador y compañero, y se establecieron colonias por toda Europa a medida que se expandían los territorios. En China, los gatos se consideraban compañeros de las mujeres. En Japón, el gato apareció como regalo al emperador Ichijo y fue muy bien aceptado por la sociedad japonesa.
Gracias a la navegación, los gatos se extendieron por todos los continentes. Quienes piensan que los compañeros de la tripulación eran loros se equivocan. En realidad, eran gatos, ya que ayudaban a mantener la comida fuera del alcance de las ratas.
Los gatos y el Reino Unido
En Inglaterra, la realeza se enamoró de este animal. La Reina Victoria se interesó por los descubrimientos del pueblo egipcio y su adoración por los felinos, y pronto adoptó dos gatos persas. Como era una Reina muy popular, la adopción de gatos se hizo famosa. Al otro lado del océano, los gatos aparecieron junto con la colonización del continente americano. En Brasil, los gatos son siempre muy deseados por los amantes de los animales de compañía.
Una coincidencia interesante es que, tanto en Inglaterra como en Brasil, existe una raza felina con el mismo nombre, pero lo que difiere es su origen. El gato británico de pelo corto es un gatito de pelo azul con un matiz grisáceo, muy dócil, leal e independiente. La raza llegó durante el Imperio Romano a Inglaterra, pero sus características se marcaron gracias al escritor Harrison William Weir, que seleccionó a los gatitos y promovió los cruces. Así, fueron surgiendo las características fuertes del felino, como el pelo corto y gris azulado, con una salud fuerte y un temperamento muy dócil. A pesar de ser muy famosa en tierras británicas, esta raza es poco común en otras partes del mundo.
El gato brasileño de pelo corto, por su parte, procede de cruces de razas europeas, pero ha ganado reconocimiento como raza exclusiva de Brasil. Es un gato elegante y ágil, menos robusto que el británico, y puede encontrarse en varios colores y dibujos. Al igual que su hermano, es un gato sano, independiente, inteligente y afectuoso.
Muy leal, de naturaleza cazadora, limpio, independiente y encantador, aún hoy los gatos conquistan miles de corazones de personas dispuestas a no ver a los pequeños felinos como una pertenencia, sino como un compañero de vida.
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