Pasos sencillos y rápidos para preparar una sangría y disfrutar con amigos
Nacida en el sur de la región ibérica, Andalucía, esta bebida muy aclamada está hecha a base de vino tinto seco. Se han creado muchas recetas, pero la tradición surgió y fue popularizada por la cultura española a mediados del siglo XVIII como representación y símbolo de la “Sangre del Toro”, sinónimo conmemorativo de las fiestas tradicionales del país.
Algunos dicen, sin embargo, que su origen se remonta a épocas anteriores, cuando griegos y romanos celebraban y mezclaban vino, azúcar y especias con el nombre de “Hippocras”, o una especie de Mulled wine, como se la conoce en Inglaterra. A nivel internacional, su apogeo fue cuando se hizo popular por medio de Alberto Heras en Estados Unidos a mediados de 1964 en la Feria Mundial, en Nueva York.
Hoy en día la bebida ha ganado personalidad y sigue, por la legislación europea, unas reglas características como una menor graduación alcohólica por volumen que no supere el 12%.
El consejo importante aquí es el vino de receta, que debe ser preferentemente afrutado, seco, ligeramente ácido y con bajo contenido en taninos. Sugerimos un Rioja o un Tempranillo. Básicamente, complementará la esencia fresca y afrutada de la sangría.
Ingredientes
1-Pica las frutas de tu gusto. Por lo general, la manzana, la naranja y el limón funcionan bien. Corta en trozos pequeños, ponlos en una jarra y asegúrate de dejar separadas las cáscaras para agregarlas al final.
2- Mezclar todo y verter el vino. Luego, revuelva hasta que adquiera consistencia. Si quieres puedes añadir un toque de tu brandy favorito.
3- Refrigerar: refrigerar por unas horas para homogeneizar la mezcla.
4- Sirve en vasos individuales con hielo y llena con agua con gas hasta cubrir todo. Si quieres un toque más dulce puedes usar gaseosa de limón.
5- Haz un brindis y disfruta. Se trata de una bebida para compartir, por lo que se elabora y se sirve en una jarra o tarro.